domingo, 7 de junio de 2015

Decidí vivir de ensaladas

Me hice vegetariana hace unos tres años aproximado, el primer paso lo di porque mi pololo se enfermó de resistencia a la insulina, por lo que dejó de comer carnes rojas y embutidos por unnos meses hasta recuperarse, por el exceso de grasa que ellos tienen, yo por mona por ayudarlo con la causa, también los dejé, en un comienzo me costó porque en nuestra sociedad siempre nos enseñan que la carne es principal en nuestra alimentación, después comprendí que no es así. 
Pasó el tiempo y me incluí a un grupo animalista de mi localidad, era el primer grupo de defensa animal formado ahí, así que era muy pequeño, con pocos adeptos, donde la mayor parte del trabajo la hacía la presidenta y yo. Ella era vegetariana, así que de poco me fui metiendo en el tema, informándome, concientizandome y difundiendo acerca del sufrimiento animal... Hasta que llegó el momento en que dejé de comer pollo y pescado, porque ya no quería formar parte de la tortura animal.
Ahora venía la reacción de los demás: "¿y qué vas a comer ahora?" "¿estás haciendo dieta?" "¿quieres bajar de peso?", "Yo como carne... pero no tanto", "¿es por moda?", etc, etc... Pero fue una decisión que persistió, así que solo me aceptaron.
Mientras más me informaba era peor, me di cuenta que muchas cosas como galletas y dulces tenían dentro de sus ingredientes "manteca animal", así que desde luego, también los eliminé de mi alimentación, en un comienzo revisaba las etiquetas de cada producto, pero ahora ya me aprendí los productos de memoria.
Cuando entré a trabajar lo primero que hice fue comenzar a cambiar las cosas que habían en mi cosmetiquero, se preguntarán ¿qué tiene que ver eso con ser vegetariana? ¡Tiene mucho que ver! Hay muchas industrias que experimentan en animales, testeando sus productos en conejos, monos, perros, etc. Así que Maybelline y Lóreal fueron eliminados de mi vida, ahora compro otras marcas Free Cruelty que les mostraré en otras entradas del blog. 
Otra cosa... hubo un corto periodo de mi vida en la fumé cigarrillos, pero igual los dejé ¿por qué? aparte de lo poco saludable que es... ¡porque gran parte de las industrias tabaqueras experimentan en perritos beagles!
Tras mucho investigar, aprender y espantarme de las cosas asquerosas que hacemos los humanos (con humanos y con otros animales), tomé conciencia de que:
  1. Ellos no son nuestra comida
  2. No son entretenimiento.
  3. No son nuestra vestimenta
  4. No son nuestro objeto de experimentación
  5. Tampoco son nuestro medio de transporte.
Sé que aún me faltan muchas prácticas que dejar (como el consumo de lácteos y huevos) pero de a poco pretendo hacerlo...

Ellos nacieron para ser libres... ¡igual que nosotros!